Por María Torrellas
foto: Leila e Iván.
Desde Resumen Latinoamericano hemos esperado a contar esta noticia hasta tener más datos y no repetir los estereotipos victimizadores de este hecho que nos llena de dolor e indignación. En Barcelona uno niño trans, Iván, y su hermana gemela de 12 años, decidieron arrojarse por la ventana de un tercer piso y acabar con sus vidas porque no soportaban más el bullying (término en idioma inglés que no sentimos, ni nos representa, preferimos decir abuso en la escuela), burlas por su autoindentidad trans en el caso de Iván, golpes a les dos por ser de otro país, porque hablaban distinto, porque tal vez son de otra clase social, por ser diferentes, por odio.
«Dejaron cartas a modo de despedida, donde escribieron que sufrían bullying por su acento argentino -llevaban dos años viviendo allí- y que Iván era objeto de burlas en la escuela por su identidad de género trans. Leila, que sobrevivió y está muy grave, escribió en ese papel que ella lo hacía en solidaridad con su hermano».
Personas que sufren en sus cuerpos la discriminación escribieron el siguiente texto:
En el instagram de lesbodramas:
El 21 de febrero una niña de 12 años años y su hermano, que tenía su misma edad, saltaron al vacío en una localidad de Barcelona en donde vivían. Elles eran argentinxs y constantemente recibían acoso escolar, maltratos xenofobos y bullying transfóbico. Al caer, Iván murió en el acto y su hermana aún se encuentra en grave estado.
A pesar de toda la violencia de la que Iván fue victima, los medios continúan humillándolo llamándolo con su deadname y no respetando sus pronombres, alegando que no cuentan con “suficientes fuentes fehacientes” que “certifiquen” de él era un chico trans.
No les parece re loco que estos medios, que denuncian el bullying que sufrían les chiques, SIGAN REPRODUCIENDO ESA MISMA VIOLENCIA? A mi me explota la cabeza. Cuantos documentos hace falta para certificar que una persona se llama Iván??? La palabra y la voluntad de un niño NO ES SUFICIENTE? O sea elegis quitarte la vida porque la gente te humilla por tu identidad sexogenerica, pero eso NO es suficiente para los medios? Si no hay una intermediación del estado y un dni que avale tu identidad, entonces tu experiencia y tu voluntad NO es válida???? Bueno. No puedo mas.
En los medios al servicio de la cultura patriarcal o represora.
Desde Resumen Latinoamericano hemos visto cómo los diarios hegemónicos de allá y acá, además de algunos que se llaman progresistas han vuelto a victimizar la decisión de Iván de autodefinirse como niño, niñe. «Las gemelas» pudimos leer en todos los lugares, así, sin nombre, sin realidad propia y sobre todo sin identidad sexogenérica. En un medio que quería quedar un poco mejor que los hegemónicos, al final de la nota se podía leer: “solo hay constancia del deseo de la menor, de 12 años, de ser tratada como varón a través de fuentes indirectas. Ni su familia ni su entorno más cercano se han pronunciado de momento”.
Lamentablemente sabemos que estos hechos están sucediendo en Barcelona, en Buenos Aires, y en cualquier lugar donde exista esta cultura occidental, de supremacía blanca, heterosexual, que se autodefine superior, dominante y que no es capaz de asumir las diferencias y diversidades sexogenéricas y culturales en igualdad entre todas, todos y todes.
En Argentina conocemos ejemplo de acoso escolar, burla, tortura cotidiana que ocurren en escuelas y colegios de este país. Es verdad que nunca es toda la clase la que realiza estos hechos, pero al ser grupal ya es suficiente para que otres se sumen, aunque haya algunes que no apoyen ese acoso escolar, el daño ya está hecho.
En general, la consecuencia de estos actos es que las víctimas directas están tristes, se deprimen (como les ocurrió a Iván y Leila) y no quieren ir a la escuela. Cuando en algunos casos, madres y padres deciden tomar protagonismo y denunciar los hechos a los y las maestras, la instancia va a la directora o director, y casi siempre se opta por quitar hierro al asunto y lavarse las manos.
Esta es la verdad de lo que ocurre en estos casos. Las autoridades escolares se borran, las instituciones miran a un costado. Mucho hablar «de que lo vamos a investigar», y todo queda en nada. Cuando desde la familia -si es que esta toma conciencia de la gravedad de los hechos- se pide que hay que hacer talleres y convesaciones para que lxs escolares entendieran que eso no se podía hacer…, explicando qué es la xenofobia o el mal trato al diferente, y que eso es un deber de la escuela hacerlo, no se encuentran más que respuestas inócuas. Por eso sigue existiendo el acoso escolar, y aunque se oculten las cifras de infancias que eligen el suicidio como salida a tanto dolor, es lamentable pero continuará.
En nuestro medio, hemos entrevistado en muchas ocasiones a Gabriela Mansilla, madre de Luana, que es la primera niña trans en conseguir un DNI en Argentina. Gabriela realiza un trabajo de sensibilización extraordinario en la agrupación «Infancias Libres» y siempre insiste en que estas violencias hacia las infancias trans son un problema de toda la sociedad. Que hay que educar a las niñas y niños que acosan y se burlan para que entiendan que no se puede hacer y por qué. Educar también a los y las profesores.
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Añadiríamos también, la necesidad de educar a los medios de comunicación, a quienes se dicen profesionales de la política, a todas las instituciones que tienen que ver con el crecimiento, la salud, el deporte, y la cultura, a las y los artistas, porque en todos esos ámbitos se definen y se repiten en muchas oportunidades los estereotipos dañinos para nuestras infancias. Estas prácticas tenemos que tener claro que acaban con la dignidad de las infancias, y las llevan a sentirse desarraigadas, excluidas, en soledad, sin horizontes, sin salida.
Que la muerte de Iván y la salud en estado grave de Leila despierte a una comunidad dormida, o indiferente a estos hechos, tanto en Europa como en Argentina, en Nuestramérica y el mundo, y realmente se luche para que no suceda nunca más. Al primer atisbo de dolor en la escuela, de comentarios tristes, de agresiones, se deben encender las alarmas y movilizar a toda la sociedad para evitar que vuelva a suceder, porque las Infancias merecen ser libres, aunque el resto de la comunidad opte mirar a un costado hasta que el problema estalla en sus propias familias.