La visita del ministro de Energía y Minería Juan José Aranguren a Chubut consolidó una guerra fría que se desató entre los aliados de Cambiemos. El partido fundado por Mauricio Macri, siguiendo la lógica nacional, está deteriorando progresivamentela coalición y minimizando a los dirigentes radicales.

La crisis entre los “aliados” no es sino una versión vernácula de la que sucede ya a nivel nacional, pero que en Chubut se vio de manera nítida cuando el radicalismo, con Mario Cimadevilla a la cabeza, no respaldó la embestida minera que hizo aterrizar el mismísimo ministro de energía, principal lobbysta de las empresas con intereses en la provincia.

 

Universidad, punto de conflicto

 

Otra de las grandes discusiones que hizo resquebrajar la alianza entre el radicalismo y el PRO a nivel nacional  fue el proyecto para que los extranjeros paguen sus estudios en las universidades argentinas.

A tal punto llegó el desprecio del partido centenario, que lo considera una de sus banderas, que el propio diputado Mario Negri y toda la comandancia universitaria de Franja Morada dejaron muy claro su rechazo. En ese escenario legislativo recibió palos verbales el mismísimo Gustavo Menna, que firmó el proyecto de hacer pagar a los estudiantes junto a los más PRO.

La discusión decreció en los últimos días y el proyecto parece congelado, en una señal del poco acompañamiento que tuvo este proyecto que deja en evidencia las intenciones de la derecha respecto de los logros que el radicalismo se atribuye y defiende, como la legendaria Reforma Universitaria.

 

Torres y Blancanieves

 

Hace unos días, el joven y ambicioso funcionario del PRO Ignacio Torres publicó en un diario que suele sermensajero del mensaje oficial nacional y provincial un artículo crítico hacia el diputado Jerónimo García, refutando el supuesto abandono que Nación le está propinando a la provincia según las afirmaciones del ex ministro coordinador dasnevista. Torres, de poca acción política, tuvo que “invertir” en un medio para poder tener un poco su imagen en la vidriera política, en un gesto parecido al espejito de Blancanieves.

El problema no fueron los datos –sesgados, por cierto– que presentó el funcionario, sino el espacio pago que se fabricó para tener presencia en los medios. Pareció un gesto desesperado ante una serie de gestiones que –como en el caso del sobredimensionado Plan Patagonia– solo ha demostrado ser un vehículo para el aterrizaje de empresas mineras que pretenden explotar el suelo chubutense.

En la última elección, Torres –el hombre de La Hormiguita Ocaña en Chubut– pretendió ser el candidato a diputado nacional, algo que rápidamente fue desechado en la estrategia electoral del oficialismo nacional.

Ese intento fallido de “posicionarse” dentro del juego chubutense le hizo dar varios pasos en falso. Sin embargo, ahora pretende ocupar  en 2019 algún cargo que lo jerarquice. A pesar de contar con el apoyo de la línea Frigerio, Torres sigue manteniendo un bajo nivel de conocimiento en la sociedad chubutense. Seguramente por eso invierte también en publicidad en las redes sociales con un sugestivo banner en el que propone: “Conocéme”.

 

Sastre, apoyado por Frigerio

 

Según pudo confirmar INFOLEAKS, más allá de la crisis entre el radicalismo y el PRO las dos líneas internas dentro del macrismo que pugnan por poder van tomando posición en Chubut.

La “línea Frigerio”–el ministro del Interior es frío, pragmático y con un dejo peronista en sus prácticas–tiene una pésima relación con el radicalismo en general y con Mario Cimadevilla en particular.

En agosto o septiembre los equipos de Frigerio planean medira Ricardo Sastre. Si los números le dan bien al intendente madrynense en su objetivo de llegar a la gobernación, ese sector macrista no dudaría en apoyarlo. La línea Frigerio descarta una posible candidatura de Menna.

Gustavo Menna, actual diputado nacional, tiene el apoyo de Marcos Peña, más proclive a elegir candidatos con identidad propia. Es por ello que este apoyo del ultra-pragmático Jefe de Gabinete hizo que Menna “abandonara” rápidamente determinadas posiciones del radicalismo histórico para posicionarse dentro del PRO “más puro” que representa Peña.

 

Lilita y Cimadevilla, salida de emergencia

 

Se sabe bien que Carrió es inestable y mucho más cuando el gobierno al cual apoyó comienza a contaminarse con causas de corrupción, como le está sucediendo al macrismo. Es por ello, que Lilita fue contra el Ministro de Justicia, Germán Garavano, ante el presunto cierre de la unidad AMIA.

La pelea entre Garavano y Cimadevilla es grande y la chaqueña ya tomó posición por el radical. Según fuentes cercanas a la diputada, sería su posible puerta de escape ante un gobierno que comienza a ahogarse con su propio optimismo. Nadie puede negar que Lilita es una tiempista extraordinaria y su salida podría generar el “efecto Chacho Álvarez”.

Lo cierto es que en el PRO y el Radicalismo, hay una guerra fría cuyas consecuencias también dejarán esquirlas en la provincia de Chubut. Entre otras cosas, porque Cambiemos puede definir al candidato de un sector del peronismo post dasnevitas como propio.

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