Por Karen Cuesta
El último 25 de noviembre, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el observatorio Mumalá dio a conocer que en Argentina ocurre 1 femicidio cada 22 horas. Con estos datos, desde la organización presentaron el Proyecto de Emergencia Ni Una Menos, con intención de que sea tratado en el Congreso de la Nación. Gaby Sosa, directora de la organización, nos cuenta de qué se trata.
En Argentina, la violencia machista no cesa. Según el Observatorio Lucía Pérez de violencia patriarcal, entre el 1 de enero y el 17 de diciembre de 2021, se cometieron 296 femicidios y 247 niñes quedaron huérfanes. Además, ocurrieron 356 marchas y movilizaciones contra la violencia patriarcal. Respecto al mes de diciembre, 18 mujeres murieron en manos de femicidas en 17 días, es decir que hubo un femicidio cada menos de 24 horas.
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Gaby Sosa, Directora Ejecutiva de Mumalá Nacional, cuenta a Escritura Feminista que hace muchos años que la agrupación Mumalá viene trabajando en todo el país por los derechos de las mujeres y las diversidades sociales. Entre otros trabajos, acompañan en el territorio y en los pedidos de justicia, contienen y brindan estrategias de fortalecimiento a mujeres y disidencias, para quienes han transitado la violencia y necesitan volver a vivir una vida libre.
Proyecto #EmergenciaNiUnaMenos
El proyecto fue difundido por redes sociales y se encuentra en la plataforma change.org para seguir juntando adhesiones. En la misma línea, durante los años 2018 y 2021 fue presentado ante el Congreso de la Nación. En la actualidad, el proyecto está en la Cámara de Diputados y desde Mumalá reclaman por su debate y posterior aprobación.
«Hablamos de emergencia porque los números lo explicitan así. En la argentina tenemos 204 femicidios a fecha del 25 de noviembre, y no han podido descender esos números en la última década», manifiesta la directora de Mumalá. Además, agrega que eso debe ser «sumado a hechos muy paradigmáticos donde se ha evidenciado la ausencia, la desprolijidad y el desorden del Estado».
Respecto a los registros de la violencia machista, Sosa explica que «los datos estadísticos que va produciendo la Corte Suprema de Justicia de la Nación y los que van generando las organizaciones, entre ellas nosotras desde Mumalá, evidencian la emergencia en violencia de género». La activista sostiene que no solo se trata de los femicidios, sino también de los intentos de femicidios que no son registrados por la Corte ni por ningún organismo del Estado. Mumalá está trabajando en la recopilación de estos datos.
Con el objetivo de buscar soluciones, dentro de los principales puntos del proyecto se encuentran:
- Abordaje integral de las violencias machistas.
- Acompañamiento económico y asistencia integral para personas en situación de violencia de género.
- Inversión para la creación de ámbitos de género y diversidad por parte del estado.
- Fortalecimiento de organizaciones que promueven los derechos de mujeres y de la comunidad LGBTIQ+.
- Monitoreo de normativas vigentes como la Ley Micaela, Ley de Educación Sexual Integral y Ley IVE.
- Plan nacional de desarme en la sociedad civil.
- Abordaje y reeducación de varones agresores.
- Creación de casas de protección para personas en situación de violencia de género y riesgo de vida.
- Registro único de situación de violencia de género.
- Fortalecimiento de los mecanismo para el acceso efectivo a los servicios de salud sexual, reproductiva y no reproductiva.
El rol del Estado
«En ese camino de acompañamiento y de trabajo con las mujeres y disidencias, fuimos identificando cuáles eran los problemas que tenía el Estado a la hora de asistir, de sancionar, y desde ahí pensamos la construcción del proyecto de emergencia y, a la par de eso, de las estadísticas que nosotras vamos elaborando. Experiencia concreta y elaboración de las estadísticas».
Gaby Sosa, Directora Ejecutiva de Mumalá Nacional.
Por su parte, el proyecto contempla un abordaje integral de la violencia. No se trata solamente de políticas de sanción a los agresores, dado que claramente es necesario un abordaje desde la prevención para que las situaciones no sucedan: «Desde la asistencia, cuando han sucedido, y esto que tiene que ver con el Poder Ejecutivo, de contar con legislaciones que no se superpongan sino que potencien y aborden las particularidades de la violencia. Son múltiples las dimensiones que originan las violencias de género, son múltiples las dimensiones. Es responsabilidad de los tres poderes del estado y los tres niveles del estado resolver la situación, eliminar la violencia», explica Sosa.
Por otro lado, al usar la palabra «integral», Mumalá se refiere no solo al rol del estado sino al rol de las organizaciones de la sociedad civil: «Las organizaciones de mujeres feministas disidentes han puesto en la agenda pública este tema. En 2015, como momento importante, el primer 3 de junio, pero lo seguimos poniendo y creemos que ahí hay un rol determinante a la hora de visibilizar las violencias, pero también esas miradas el estado necesitaría tener en cuenta».
Respecto al acompañamiento del Estado a las organizaciones, Sosa denuncia que es limitado. «Muy escaso el acompañamiento, siempre ha sido a través de la lucha que hemos dado en las calles que nos han atendido en los ministerios».
«Hay una marca muy similar con la gestión anterior. Creo que hay más facilidad de acompañamiento a organizaciones que están más cercanas a la política de la gestión. Esto ya pasó con Macri y vuelve a pasar con la gestión de Alberto Fernández».
Gaby Sosa, Directora Ejecutiva de Mumalá Nacional.
La entrevistada explica que la violencia de género aumenta en el contexto de crisis y desigualdad, tanto económica como social, que atraviesa nuestro país. «Una mujer o una persona travesti-trans que atraviese una situación de violencia de genero, cuando hay una base de pobreza, de indigencia u otras desigualdades, se agudiza su situación. Se hace mucho más complejo salir de esa situación si no tenés autonomía económica», concluyó.
Fuente: Escritura Feminista