Ayer se conoció que la policía fue exceptuada del pago escalonado, convirtiéndose en la única facción que mantiene este “privilegio”. La decisión responde a dos motivos bien claros: intentar dividir a los estatales y priorizar las fuerzas represivas que servirán como escudo para las próximas protestas.

 

La actitud del gobierno provincial no es casual y responde a una lógica que viene aplicando durante su breve gestión: cortar el diálogo, imponer condiciones y reprimir la protesta social, algo peligroso cuando esa misma protesta se genera porque el estado no está cumpliendo con sus obligaciones.

 

Hay que destacar que la fuerza policial no tiene responsabilidad de ser privilegiada en esta situación, lo que sí debe es hacer consciente de que está siendo utilizada para dividir la protesta. Y claro, como fuerza de choque.

 

Ayer el gobernador se mostró en una foto con el Ministro Frigerio, luego de haberse reunido para convenir una “ayuda”  en las letras que emite la provincia. Es decir, que la ayuda del gobierno nacional siempre remite a pagar “deuda”, es decir, a colaborar con los organismos internaciones de crédito.

 

Dividir la protesta social y condenarla, clausurar el diálogo paritario, priorizar el pago de deudas por sobre las necesidades de los ciudadanos y fortalecer las fuerzas represivas constituyen el programa de gobierno de Arcioni. Nadie puede decir que no está haciendo los deberes del macrismo.

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