La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y las principales cámaras del sector metalúrgico en Argentina han llegado a un acuerdo que establece un incremento salarial escalonado del 12,3% en un período de cinco meses, seguido de una nueva revisión salarial programada para el mes de marzo del próximo año. Este acuerdo, aunque ya fue firmado y celebrado por ambas partes, necesita aún la confirmación oficial mediante su homologación por parte del Gobierno.
El pacto fue alcanzado entre la UOM y diversas entidades como la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Argentina (Adimra), la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (Camima), y la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), entre otras. Se considera que este acuerdo está en total sintonía con las directrices salariales fijadas por la administración gubernamental vigente. El sector empresarial ha manifestado satisfacción con el acuerdo obtenido, destacando que logró cerrarse más de seis puntos por debajo del incremento salarial del 18,75% que originalmente requería la UOM; además, lograron evitar las revisiones mensuales inicialmente propuestas.
Los futuros incrementos serán distribuidos progresivamente en varias etapas:
- Un 5,5% retroactivo al mes de noviembre (sobre los salarios de octubre)
- Un 2% para diciembre (sobre salarios de noviembre)
- Un 1,8% para enero (sobre salarios de diciembre)
- Un 1,5% en febrero (sobre salarios de enero)
- Un 1% en marzo (sobre salarios de febrero) momento en el cual se llevará a cabo una nueva revisión de salarios.
Estos aumentos tendrán un carácter acumulativo. Este convenio se presenta como un segundo logro para el sector sindical, siguiendo los pasos del gremio de Camioneros, liderado por Hugo y Pablo Moyano, que también aceptó una pauta gubernamental semejante en franjas temporales de menor extensión.
“Este acuerdo es el resultado del esfuerzo conjunto de las cámaras empresarias”, destacó el secretario de CAMIMA, José Luis Ammaturo. Además, subrayó que “se alinea con las pautas oficiales y evita la indexación”. “Logramos un equilibrio entre las demandas sindicales y las posibilidades económicas de las empresas del sector”, agregó.
Ammaturo aclaró que “es un acuerdo necesario, aunque no plenamente satisfactorio”. En este sentido, detalló que “es el resultado de largas negociaciones llevadas adelante para encontrar un punto de equilibrio entre la recomposición salarial de los trabajadores y la sostenibilidad de las empresas”, pero que “se da en un contexto de un dólar que no ha acompañado la inflación en los últimos meses”.
“La mano de obra impacta directamente en nuestros costos laborales medidos en dólares, por lo que nos preocupa mucho en vistas a lo que sucederá en 2025″, afirmó. También indicó que tienen “preocupación de que se produzca un desfasaje mayor entre el valor de la divisa y la inflación, y que esto por sí solo podría comprometer aún más la competitividad”.
“Es fundamental que las variables económicas acompañen de manera equilibrada, sumada a una menor carga impositiva para garantizar la viabilidad del sector metalúrgico y la preservación de las fuentes de trabajo”, pidió.