La cocinera Narda Lepes, quien impulsó públicamente la ley de Etiquetado Frontal de alimentos, se anticipó a la posible caída de la sesión en Diputados al afirmar que si no se trata y aprueba la norma es porque «importa más el lobby que la salud pública y lo que comen los chicos en los comedores de nuestro país». En diálogo con Radio Nacional dijo además que «hay que ser muy caradura y tener el corazón muy frío para no ir (a la sesión) o votar en contra de esta ley».
«Si no sale es porque les importan más los intereses propios o de algún lobby que la salud pública y lo que comen los niños en los comedores de nuestro país», aseguró la reconocida cocinera y añadió que «no se puede poner en la balanza la nutrición infantil y la salud a futuro de generaciones de niños y del otro lado la producción centralizada de un insumo».
Respecto del proyecto de ley, aseguró que no se trata «sólo de los octágono negros», sino que «hay partes de la ley que hablan de lo que se puede comunicar y lo que no». Además de las etiquetas en alimentos que contienen altos niveles de grasas, sodio y azúcar, el proyecto presentado prohíbe publicitar o promocionar estos productos a las infancias, al igual que la utilización de personajes famosos para su venta.
La cocinera Narda Lepes, quien impulsó públicamente la ley de Etiquetado Frontal de alimentos, se anticipó a la posible caída de la sesión en Diputados al afirmar que si no se trata y aprueba la norma es porque «importa más el lobby que la salud pública y lo que comen los chicos en los comedores de nuestro país». En diálogo con Radio Nacional dijo además que «hay que ser muy caradura y tener el corazón muy frío para no ir (a la sesión) o votar en contra de esta ley».
«Si no sale es porque les importan más los intereses propios o de algún lobby que la salud pública y lo que comen los niños en los comedores de nuestro país», aseguró la reconocida cocinera y añadió que «no se puede poner en la balanza la nutrición infantil y la salud a futuro de generaciones de niños y del otro lado la producción centralizada de un insumo».
Respecto del proyecto de ley, aseguró que no se trata «sólo de los octágono negros», sino que «hay partes de la ley que hablan de lo que se puede comunicar y lo que no». Además de las etiquetas en alimentos que contienen altos niveles de grasas, sodio y azúcar, el proyecto presentado prohíbe publicitar o promocionar estos productos a las infancias, al igual que la utilización de personajes famosos para su venta.
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También la ley establecería que los alimentos que tengan al menos un sello no se puedan vender en las escuelas. Al respecto, Lepes aseguró que al considerar a las infancias, que «están en pleno desarrollo», como consumidores «al igual que los adultos», se los está «enfermando a futuro», por lo que el Estado debe «regular» y armar «un plan en función de las guías alimentarias» de cada país, ya que «ya se vio que la autorregulación no funcionó».
Lepes, quien integra la Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina (Acelga), ha promovido públicamente el tratamiento de esta ley a través de distintas intervenciones, entre ellas un video institucional realizado junto a Unicef, en el que instó a los diputados a votar y aprobar la ley de forma urgente.
«Todo lo que se va a hacer acá con esta ley ya se hizo, se probó y funcionó en un montón de países», entre los que no sólo se encuentran Inglaterra y Finlandia, «muy diferentes al nuestro», sino también México, que antes de aprobar la ley era «el principal consumidor de gaseosas de la región» y actualmente lo es la Argentina.
Por último, la cocinera manifestó que el actual sistema de alimentación está basado en decisiones «que no se toman acá, sino internacionalmente» y criticó la producción «centralizada» de, por ejemplo, las bebidas azucaradas, «que se hacen en un sólo lugar».