Argentina posee en Vaca Muerta la segunda reserva de gas no convencional más grande del mundo. El GNK será fundamental para abastecer de gas natural al país y convertirlo en uno de los mayores exportadores a nivel mundial. Con una traza total de 1.050 kilómetros de largo, atravesando las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa, Buenos Aires y Santa Fe, esta obra permitirá que el gas de Vaca Muerta llegue a los hogares argentinos desde distintas cuencas.

La primera etapa del GNK, que ha sido realizada con recursos del Tesoro Nacional, sin financiamiento externo, contempla 90 cruces especiales y 6 plantas compresoras. Se estima que este primer tramo aporte el 17% del consumo anual de gas en el país, lo que equivale a 22 millones de metros cúbicos diarios.

La contribución del Aporte Solidario

Durante el acto de inauguración del GPNK en la localidad bonaerense de Salliqueló, el ministro de Economía, Sergio Massa, valoró el pago de los argentinos que contribuyeron con el Aporte Solidario y Extraordinario que permitió financiar la construcción del Gasoducto. 

“Gracias a los argentinos que pagaron el Aporte Solidario, les vamos a mandar una carta con el resultado de la obra y agradeciéndoles porque de alguna manera el esfuerzo que hicieron ayuda al crecimiento y al desarrollo de la Argentina”, dijo Massa.

El Aporte Solidario y Extraordinario establecido por la Ley 27.605, aprobada en 2020 por el Congreso de la Nación en medio de la pandemia de coronavirus, proporcionó desde 2021 hasta la actualidad $62.301.352.225 para la construcción del GPNK, según datos de la empresa Energía Argentina (Enarsa). En 2021, el Aporte Solidario proporcionó $60.190 millones y, en 2022, $2.111.352.225; a lo que se sumarán $1.410 millones en condición de “saldo a cobrar”, precisó Enarsa.

Un ahorro para todo el país

La puesta en marcha de esta etapa supondrá un ahorro significativo en importaciones de gas para Argentina. Se estima que la capacidad de transporte aumentará en un 30%, lo que generará un ahorro de más de 2.000 millones de dólares en importación de gas este año y alcanzará los 4.200 millones de dólares en 2024. Además, la obra permitirá reemplazar la importación de gas natural licuado y gasoil para generación eléctrica, lo que supondrá un alivio para las importaciones y un impacto positivo en la balanza energética y fiscal del país.

La segunda etapa del GNK, que contempla la reversión del gasoducto del norte, permitirá exportar gas a Chile, Bolivia y Brasil. Conectando la localidad de Salliqueló en la provincia de Buenos Aires con San Jerónimo en Santa Fe, este segundo tramo de 467 kilómetros de extensión se unirá al Gasoducto Centro Oeste, llevando el gas hasta las provincias de Córdoba, Tucumán y Salta.

La financiación de la segunda etapa del GNK será realizada a través de los recursos recaudados por Enarsa por el transporte de gas en el primer tramo y un aporte del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES). Se estima que la inversión total para esta etapa será de aproximadamente 1.500 millones de dólares.

La puesta en funcionamiento del GNK traerá consigo un impacto económico significativo. Se proyecta que en 2024 Argentina alcance una balanza energética positiva y un impacto fiscal favorable, ya que la energía subsidiada será más competitiva que el gas natural licuado importado. Se espera que el balance energético del país sea positivo en 18.000 millones de dólares para 2030, convirtiendo al sector energético en el segundo generador de divisas del país.

El GNK ha sido una obra de gran envergadura que ha generado alrededor de 50.000 empleos directos e indirectos. La implementación de la obra ha requerido una logística impresionante, con aproximadamente 12.000 camiones involucrados en el traslado de materiales y equipos a través de cuatro provincias. Además, el 80% de los componentes utilizados en la construcción del gasoducto fueron de origen nacional.

El Gasoducto Néstor Kirchner marcará un antes y un después en la historia energética de Argentina. Con su puesta en marcha, el país podrá aprovechar al máximo su rica reserva de gas en Vaca Muerta, garantizando un suministro energético confiable, reduciendo las importaciones y generando un impacto económico positivo a largo plazo.

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