Una banda de hackers anunció que puso a la venta bases de datos del Estado argentino por 200 mil dólares. Se trataría de un grupo de piratas informáticos denominado “Everest”, que el sábado último anunció un ataque similar al Ministerio de Economías y Finanzas de Perú y antes a la Policía de Brasil y al gobierno de los Estados Unidos. Desde el gobierno argentino dejaron trascender que se investigaba “la veracidad de lo informado”.

El presunto robo de datos trascendió a través del perfil “Dark Tracer: Darkweb Criminal Intelligence”, que suele publicar en Twitter alertas sobre movimientos de bandas dedicadas al secuestro de datos y alertas sobre movimientos de hackers en la Deep Web, como se denomina al conjunto oculto de sitios de Internet a los que sólo se puede acceder mediante un navegados especializado. “La banda de ransomware Everest anunció al gobierno de la Argentina en la lista de víctimas”, informó Dark Tracer.

El aviso en cuestión se titular “Argentina GOV” y está escrito en inglés. “Acceso al gobierno en venta”, ofrece. “Acceso a una variedad de servicios inranet (sic). Acceso a bases de datos, incluido con edición completa”, añade, y apunta el precio: 200 mil dólares. En los últimos días habían trascendido otros robos de datos y puestas a la venta: ayer mismo, a la revista Charlie Hebdo; el sábado, a datos del Ministerio de Economía de Perú (en ese caso por 30 mil dólares); el 15 de noviembre, de la Policía de Brasil (“acceso a todo el servicio de extranet/intranet” a 50 mil dólares, y la aclaración de la aceptación del pago en Bitcoins), antes de la Sociedad Italiana de Autores y Editores, y el 5 de octubre pasado al gobierno de Estados Unidos (“gran cantidad de pasaportes, impuestos, casos judiciales y otros documentos”, por 250 mil dólares).

“El Equipo de Respuesta ante Emergencias Informáticas nacional (CERT, por su sigla en inglés) está investigando la veracidad del caso informado por redes sociales”, dejaron trascender desde el gobierno nacional. “También estamos haciendo monitoreo de infraestructuras y comunicando a todos los organismos públicos recomendaciones y buenas prácticas de seguridad en puntos estratégicos”, añadieron desde esa dependencia que depende de la Dirección Nacional de Ciberseguridad, dentro de la Jefatura de Gabinete de ministros.

El ranwomware es una de las modalidades de ciberdelincuencias que más crecieron durante la pandemia, según el último informe de gestión de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia. “El ransomware se lleva a cabo mediante la ejecución de un programa informático malicioso en la/s terminal/es afectada/s, el cual encripta una variedad de archivos que se supone resultan de interés para la víctima, tras lo cual se le exige a esa persona –por lo general a través de un mensaje que se despliega en los propios dispositivos afectados– el pago de una suma de dinero, usualmente, en Bitcoin u otro criptoactivo, para recibir así la clave y las indicaciones para desencriptar los archivos”, lo definió la Unidad que conduce el fiscal Horacio Azzolín. Según el informe que difundió en septiembre último, durante los doce meses previos a la pandemia se reportaron diez casos, mientras que durante el año siguiente el número ascendió a 38, lo que implica un aumento de aproximadamente el 280 por ciento.

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