Por Leandro Renou
El libertario Javier Milei no sólo vació a Juntos por el Cambio de votos y de ideas, sino que se empezó a llevar a buena parte del poder económico que antaño era incondicional de la fuerza que conduce Mauricio Macri. El abanico de sectores que hoy bancan las ideas de La Libertad Avanza es variopinto: desde industriales de la UIA y banqueros, hasta petroleros, constructores, grandes exportadores y dirigentes de la Sociedad Rural (SRA). Los nombres que publica Página I12 son los perfiles más destacados, los primeras líneas que migraron, básicamente, por dos razones: la primera, que Milei suplantó a Patricia Bullrich en las chances de vencer a Sergio Massa en las elecciones; la segunda, que el libertario hace una celebración constante del tiempo que muchos ceos añoran, los años del menemismo y la liberalización de los mercados.
El caso más reciente es el de Ernesto López Anadón, el titular del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), que en la apertura de la muestra Oil and Gas, en La Rural, explicó que «es indistinto que YPF esté en manos privadas o públicas». Anadón, que fue parte este martes del almuerzo que el Club del Petróleo le organizó a Milei, es un ex empleado de la YPF de Repsol que, según cuentan quienes lo conocen, sostiene la relevancia de la política petrolera del Plan Houston y banca la privatización de Milei, algo que le expresó al propio libertario.
La posición de Anadón cayó mal en una parte del sector, pero la otra sigue muy fiel al libertario. Quienes participaron del discurso en el Club del Petróleo contaron que Milei fue reconocido cuando admitió que se retiraba antes del convite para «seguir bajando impuestos». Un rato después, se sentaría en su banca de Diputados a votar en favor de la quita de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
Otro de los conocidos que cambiaron la piel es el ítalo argentino Cristiano Rattazzi, ex titular de la FIAT. «A todo el mundo le dice que está con Milei», contó a este diario uno de sus colegas en la Unión Industrial (UIA). Lo del «Tano» es un caso de estudio: militóm fiscalizó y hasta fue presidente de mesa del PRO, bancando primero a Macri y luego a María Eugenia Vidal. Ya jubilado, sueña que «se termine el pie del Estado en las empresas», relatan quienes lo frecuentan.
También se plegó a la movida pro Milei el polirubro constructor de Nordelta, Eduardo Constantini, claramente enojado con Macri, consideró que las ideas del libertario son valiosas. En paralelo, admitió que en las PASO apoyó, como muchos ceos, al alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta. Y criticó a Bullrich al decir que «le falta liderazgo». Constantini es otro de los empresarios fanatizados con los años del gobierno de Carlos Menem.
El búnker de Eurnekian y los ruralistas
Milei tiene, en este contexto, una especie de búnker de generación y nexo con empresarios, que son los cuadros que cosechó en su empleo anterior a la política: la Corporación América de Eduardo Eurnekian. Nicolás Posse, ex gerente general de la Unidad de Negocios Sur del grupo, es quien le arma equipos técnicos, recauda el dinero y es el que atrae ceos. El personaje en cuestión fue un cuadro clave para Eurnekian: estuvo al frente del Corredor Bioceánico Aconcagua y otros planes de peso.
Uno de los que llegó a Milei vía Corporación fue, también, Sebastián Braun, sobrino de Federico Braun, el dueño del supermercado La Anónima, otro de los que les acercó dineros a los libertarios.
De esa misma usina salió Guillermo Francos, ex BID y hombre político de Milei. En el último mes, Eurnekian ordenó correr al grupo del nexo con Milei, pero ya sus cuadros habían migrado a esas ideas.
El otro polo de fuerte migración de cuadros del macrismo hacia Milei es el ámbito campo primario. Hay charlas al menos mensuales entre el libertario y Nicolás Pino, el titular de la SRA. Es esa entidad la que le puso a Milei muchos candidatos en las provincias, con la cabeza en Luis Miguel Etchevehere, ex ministro de Macri, que tuvo a su hermano compitiendo en Entre Ríos por las filas de la LLA.
Pino está defraudado por el giro de Juntos sobre las retenciones a las exportaciones granarias. Tal como adelantó este diario, hace unos días un ruralista le preguntó a Bullrich por la promesa de baja de retenciones. «Tengo que ver si lo convenzo a Melconian», le respondió «La Piba». La intervención de la Fundación Mediterránea sobre el plan de Bullrich, hizo que el campo se alejara.
Los chicos de Galperín
El caso del viraje de ideas del titular de Mercado Libre, Marcos Galperín, se ha contado en otras ocasiones en estas páginas. Pero lo novedoso es que muchos de los ceos que participan del chat Nuestra Voz, creado por Galperín para bancar la candidatura de Macri en 2019, también empezó a girar hacia los libertarios.
Hay dos cuadros muy relevantes. Uno es Gonzalo Tanoira, titular de Citrícola San Miguel, el mayor exportador de cítricos del mundo, también propietario de bodegas y dirigente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas. Sostuvo por años al macrismo, pero hoy es uno de los autores del sub grupo de Whatsapp «Dolarización», en el cual miembros de Nuestra Voz debaten la agenda de Milei.
Para entender la relevancia del salto de Tanoira, basta con una anécdota: cuando Trump era presidente, solía calificar a Macri como «Mr Lemon», por el lobby constante que hacía por los negocios de Tanoira, sobre todo con la exportación de limones.
El otro de los cuadros es Eduardo Bastitta, un constructor y dueño de una empresa de logística, que maneja en el Uruguay la ciudad de exilio de empresarios argentinos. Hace unas semanas, llevó a Milei a Colonia, donde edifica el «+ Colonia», un polo tecnológico donde quiere llevarse ceos nacionales. Las malas lenguas cuentan que la visita de de Milei se pagó con dos propiedades en el Uruguay.
Fuente: P12