Todavía pueden verse “Mawiza ñi pewma” e “Inchiñ”, realizaciones que Ailén Herradón, vecina de esta ciudad, estrenó en 2019 y 2022, respectivamente. Otro tanto sucede con “Gigantes”, película que Natalia Cano consiguió estrenar en 2020, después de mucho trabajo. Y de su vasta cinematografía está presente “Chubut, libertad y tierra”, de Carlos Echeverría. Son algunas de las producciones barilochenses que permanecen en Cine.ar Play, la plataforma del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) que, si fuera por el gobierno nacional, tiene los días contados.
Días atrás se concretó una movilización en el exterior del organismo, cuyas autoridades anunciaron hace dos meses su privatización o cierre, al igual que el canal Cine.ar, que puede verse en la TV por cable o digital abierta. “Durante más de una década, Cine.ar ha acercado estrenos, documentales y cortometrajes argentinos a millones de espectadores dentro y fuera del país y de manera libre y gratuita”, puso de relieve el comunicado que se leyó durante el acto.
En efecto, “más de dos millones y medio de usuarios de la plataforma pueden elegir entre más de 1.600 producciones, ver obras de cineastas multipremiados o que recién estrenan su ópera prima. El cine argentino llega a lugares donde no existen salas de cine y brinda una herramienta concreta y efectiva para la difusión de contenidos audiovisuales con fines sociales, culturales, educativos y recreativos en todo el país”, sumó el documento.
Leyeron la proclama Cristina Banegas, Ana Celentano y Susana Varela. El texto circuló en las jornadas previas y reunió más de 15.500 firmas, no sólo de individualidades, sino también de entidades, asociaciones, festivales y cátedras universitarias. El primer paso para avanzar hacia la enajenación de Cine.ar Play se había dado en marzo último, cuando a través del decreto 194/2025 se sacó a la plataforma de la órbita del INCAA para ubicarla en la empresa estatal Contenidos Artísticos e Informativos Sociedad Anónima Unipersonal.
Al igual que el canal, la plataforma quedó entonces en ámbitos de la Secretaría de Comunicación y Medios de la Presidencia de la Nación. En tanto, el 7 de agosto último, el gobierno anunció a través de un posteo en la red X (ex Twitter) del INCAA: “AVANZA LA PRIVATIZACIÓN DE CINEAR. Esta medida generará un ahorro de 330.000 USD anuales que dejará de salir del bolsillo de los contribuyentes. Liberaremos al Estado del gasto en salarios (USD175k) y operación (USD155k), un paso hacia la eficiencia y la libertad económica”.
Ahorro muy mínimo
El conjunto que agrupa a actores, actrices, directores, técnicos y estudiantes de cine se encargó de establecer que esa cifra significa menos del 1 por ciento del presupuesto del INCAA, cuyos ingresos anuales significan cerca de 36 millones de dólares. La plataforma Cine.ar Play cuenta 2,6 millones de suscriptores, es decir, su costo de funcionamiento se reduce a 12 centavos de dólar para cada suscriptor por año.
“La misma presidencia sub ejecuta los recursos del Instituto de Cine en un 67 por ciento, evidenciando que se trata de una decisión política de atacar a un cine nacional que ya se encuentra en una crisis sin precedentes”, leyó Ana Celentano en el tramo del comunicado que le tocó leer. “En nuestro país se estrenaban alrededor de 200 películas al año, pero solo se han estrenado seis producciones bajo las nuevas normativas impuestas por el presidente del INCAA”, destacó el pronunciamiento.
El panorama es grave. “La subejecución presupuestaria no solo está afectando gravemente la producción y dejando a cientos de familia sin trabajo, sino que también impacta en toda la cadena de la actividad. Se ven perjudicadas las escuelas que dependen del INCAA, las muestras y festivales nacionales, las salas de cine que integran la red de Espacios INCAA, los programas de apoyo a las provincias, las convocatorias para concursos de desarrollo y producción de proyectos audiovisuales y los acuerdos de coproducción internacional, así como las tareas de preservación de nuestro patrimonio audiovisual”.
El documental “Mawiza ñi pewma” Ailén comparte “un relato de los beneficios y complicaciones que atraviesan personas de la comunidad Cayulef (Neuquén), articulado mediante pasajes que retratan la labor diaria y las políticas de organización como pueblo mapuche”. En tanto, en la miniserie “Inchiñ” la joven realizadora “retrata la diversidad de experiencias en territorio mapuche que apuntan a fortalecer la identidad cultural, conjugando lo antiguo con lo contemporáneo en defensa y ejercicio de los derechos de su pueblo”.
En el documental histórico “Chubut, libertad y tierra”, Echeverría pasa revista a la historia de Nahuel, quien “vive en la costa atlántica de Chubut. Realiza un viaje para encontrar las huellas que dejara su abuelo, antiguo médico de la cordillera patagónica. En su recorrido confirma las razones del proyecto político que él sostuvo en la Argentina de 1960”. Y en “Gigantes”, Natalia Cano “revisa el viaje del conde Henry de La Vaulx a la Patagonia, quien en su expedición desenterró al hijo del cacique Liempichun y se lo llevó a Francia. Hoy la comunidad Liempichun reclama la restitución de los restos del ancestro”.
Medios especializados pusieron en común que, entre el canal y la plataforma, sólo quedan 10 trabajadores para su mantenimiento, inclusive cinco de ellos no son de planta. No parecen verosímiles las intenciones de cierre por cuestiones económicas o financieras, cuando un senador nacional percibe más de 10 millones de pesos en remuneraciones. Será pernicioso para toda la Argentina, pero más aún para el cine patagónico, si en verdad llega a cerrarse Cine.ar Play.