Vladimir Holan (1905-1980) es uno de los grandes poetas europeos del siglo XX. Nacido en Praga (entonces Checoslovaquia; ahora República Checa) es autor de libros extraordinarios y fascinantes como “Un gallo para Esculapio”, “En el último trance”, “Abismo de abismo” y el poema dramático “Una noche con Hamlet” (1964).
Considerado el más importante de los poetas checos, su obra fue premiada y reconocida tardíamente. Vivió en el campo y luego se trasladó a Praga, donde estudió Leyes, desempeñó varios oficios y publicó sus primeros poemas. Recibió una influencia inicial deMallarmé, aunque luego la ocupación nazi y la guerra marcaron su obray fue condenado al silencio público durante quince años. Esteperíodo se convertiría en el más importante de su carrera literaria.No abandonó el encierro hasta su muerte, ocurrida en Praga en 1980.
Cuando llueve en domingo y tú estás solo…

Cuando llueve en domingo y tú estás solo,
completamente solo,
abierto a todo, pero no llega ni el ladrón
y no llama a la puerta ni el borracho ni el enemigo;
cuando llueve en domingo mientras tú estás abandonado
y no comprendes cómo vivir sin cuerpo
y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo;
cuando llueve en domingo y, solo, no eres más que tú,
¡no esperes ni hablar contigo mismo!
Entonces el ángel es el único que sabe
lo que hay encima de él,
entonces el diablo es el único que sabe
lo que hay debajo de él.

El libro sostenido, el poema al caer…
Versión de Clara Janés

Encuentro en el ascensor

Entramos en la cabina y estábamos allí solos los dos.
Nos miramos sin hacer otra cosa.
Dos vidas, un instante, la plenitud, la felicidad…
En el quinto piso ella bajó y yo, que continuaba,
comprendí que nunca más la vería,
que era un encuentro de una vez para siempre
y que aunque la hubiera seguido lo habría hecho como un muerto,
y que si ella se hubiera vuelto hacia mí
sólo hubiera podido hacerlo desde el otro mundo.

Versión de Clara Janés

Hay

Hay destinos
donde lo que carece de temblor no es sólido.

Hay amores
en los que el mundo no te basta, falta un pasito.

Hay placeres
en los que te castigas por el arte, pues el arte es pecado.

Hay momentos de mutismo
en que la boca de la mujer hace pensar que el pudor es sólo
cuestión de sexo.

Hay cabellos teñidos por un meteoro
donde es el diablo quien hace la raya.

Hay soledades
en las que miras sólo con un ojo y miras sólo sal.

Hay momentos de frío
en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas.

Hay momentos de gravedad
en los que sientes que has caído ya entre los que caen.

Hay silencios
que debes expresarlos tú, ¡precisamente tú!
Versión de Clara Janés

Junto a la fuente, junto al estanque

Toda mujer hermosa es cruel
y humilla sin parecerlo precisamente a los hombres que,
desnudos,
arden por beber de la roca misma.

Pero es la muerte quien se les acerca, familiar,
se diría un gorrión de estación de ferrocarril,
en el momento en que ellos, junto al andén, sacan el pan
de su envoltorio…

Voy a tener un hijo, dijo la muerte.
Versión de Clara Janés

En la profundidad de la noche

a JaroslavSeifert

«¿Cómo no ser?», te preguntas y hasta acabas por decirlo
en voz alta…
Pero el árbol y la piedra lo callan ,
aunque ambos son hijos de la palabra y por tanto mudos,
ya que la palabra se asusta de ver lo que ha sido de ella…
Pero los nombres aún los tienen. Los nombres: pino,
arce, álamo temblón…y los nombres: feldespato,
basalto, fonolita, amor… Bellos nombres,
sólo que asustados de ver en qué se han convertido.

Versión de Clara Janés

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