Pasó lo que se esperaba: se realizó la “cumbre” para debatir la minería, hubo una protesta intensa de la sociedad chubutense y la policía reprimió duramente, incluso entrando a una iglesia y agrediendo a un sacerdote.

Mientras los políticos insisten en debatir, la mayoría de la sociedad chubutense les recuerda que la minería en la provincia no solo se debatió sino que el “no a la mina” quedó institucionalizado mediante una ley vigente, la 5001.

Hubo cerca de 400 efectivos –más los infiltrados– entre los manifestantes, que según denunciaron muchos de los presentes, hacían inteligencia como en las peores épocas de la Argentina.

En cuanto a los manifestantes, fueron cerca de cuatro mil y no solo le demostraron al Ministro Aranguren su repudio anti-minero, sino que también se encargaron de criticar la “indecisión” del gobernador, dubitativo entre ponerse los pantalones y acompañar a la gente o terminar de subsumirse a las presiones del macrismo.

Parece que ni el adelantamiento de la cumbre ni el grito casi unánime de un pueblo parecen alcanzar ante la furiosa rapiña del capital minero.

Presencias y ausencias

La cumbre contó con varias presencias. Una de las más destacadas fue la del intendente madrynense Ricardo Sastre que, sin seguir con el lineamiento histórico de su “mentor político” Mario Das Neves, prefirió estar presente. Sin embargo, se excusó diciendo que más allá de estar de acuerdo o en desacuerdo, hay obligaciones institucionales que cumplir. La excusa tuvo gusto a poco.

También estuvieron presentes como parte del elenco de figuras pesadas el intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, y el de Trelew, Adrián Maderna, además del sindicalista y titular de Petrominera Loma Ávila. Los tres, notablemente interesados por enterarse de los “beneficios” de la minería.

Un Power Point desde Presidencia

El Ministro Aranguren presentó un Power Point donde se ofrecieron datos (con una evidente parcialidad) tratando los siguientes temas: “La Comarca de la Meseta Central”, “Beneficios económicos de Navidad”, “El uranio de Chubut”, “El agua”, “Santa Cruz y la continuidad del desarrollo” concluyendo con “Los beneficios de la minería en San Juan”. En ningún momento se expuso el peligro que acarrea este tipo de proyectos en cuanto a la sustentabilidad ambiental.

Cada uno de estos temas acarrearía horas de argumentación controversial, en especial a lo que refiere al agua, que sin dudas se constituye como la mayor preocupación entre los chubutenses junto a la sensación creciente de que se llevarán el oro, la plata y el uranio y a la provincia le dejarán moneditas. Después de todo, ya lo hicieron con el petróleo desde 1907.

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