El Ministerio de Educación provincial anunció ayer la aprobación del “Protocolo Marco y Lineamientos Jurisdiccionales para el retorno de las clases presenciales en la educación obligatoria y en los Institutos Superiores”. La resolución fue aprobada conjuntamente entre Educación y Salud con fecha el 01 de septiembre pero comunicada en el día de ayer.
Sin embargo, el impacto del anuncio impidió la aclaración de la letra chica: ¿cuáles son las condiciones para que esa presencialidad se cumpla efectivamente?
Existen tres tipos de condiciones: la óptima que sugiere una distancia de 1,5 metros; la admisible de 90 centímetros y la excepcional de 50 centímetros. Si consideramos que las aulas albergan en promedio 30 estudiantes y que el tamaño de las mismas oscila entre los 30 m2 y los 40m2, para que todos vuelvan a la presencialidad, se requiere de una ocupación de 1 m2 por alumno como mínimo.
Para que eso se dé, según la resolución, deben cumplirse los siguientes requisitos: tapaboca triple a partir de los 3 años, ventilación cruzada, detector de dióxido de carbono y la correspondiente vigilancia epidemiológica que incluye testeos.
Según el Ministerio de Educación, hay cerca de 180 escuelas en la provincia en condiciones de comenzar las clases el 6 de septiembre, tres días después del anuncio.
La cantidad referida resulta llamativa, considerando que los detectores de dióxido de carbono, los barbijos triples y los testeos recurrentes no suelen ser habituales en los establecimientos educativos.
La inminencia de las PASO parece ser motivo suficiente para que un tema tan sensible e inminente como la educación en la provincia sea tildado como “resuelto”.