«Lamento muchísimo la pérdida de Lucas, pero no tuve nada que ver.» Con esas palabras, la policía de la Ciudad Lorena Miño dio a conocer su versión sobre el crimen de Lucas González, por el que está prófuga y acusada por encubrimiento agravado, privaciones de la libertad agravadas y falsedades ideológicas, al igual que otros cinco policías detenidos.
La Policía Federal fue a buscar a Miño a su domicilio, pero la oficial porteña eligió darse a la fuga y difundir un video junto a su abogado, en el que reconoce que cuando llegó al lugar donde se detuvo a la Suran en la que viajaba Lucas con sus amigos, los jóvenes decían: «Le dispararon a mi amigo, no dijeron que eran policías, eran chorros».
Miño pertenece a la comisaría 4D de Barracas para la que trabajaban los tres policías de la Brigada, que están detenidos acusados por el homicidio de Lucas en la mañana del 17 de noviembre. La acusación de los fiscales Leonel Gómez Barbella y su colega Andrés Heim, titular de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) contra la policía es parte de la ampliación de la investigación por la red de complicidades que se orquestaron para encubrir a los responsables del asesinato durante las primeras 24 horas.
Lo que dijo la policía Miño
La policía, sentada junto a su abogado Robero Castillo, contó llorando que aquella mañana recibió la modulación «de un enfrentamiento armado con la Brigada de Policía de la Ciudad en Iriarte y Vélez Sarsfield» y que acudió al lugar junto a una compañera. «Eran cuatro masculinos armados dándose a la fuga en una [Volkswagen] Suran azul, por lo cual con mi compañera fuimos sobre (la calle) Alvarado en ayuda de mis compañeros», repitió con jerga policial cómo fueron descriptos Lucas y sus tres amigos.
«Cuando llegamos a Alvarado y Perdriel ya estaba la Suran estacionada. Se le pidió que descienda al chofer del vehículo […] los chicos ya estaban abajo, uno se da a la fuga y los compañeros decían ‘le dispararon a mi amigo, no dijeron que eran policías, eran chorros’», relató Miño sobre lo que los jóvenes denunciaron desde el primer momento. A pesar de eso, los adolescentes fueron maniatados y detenidos acusados de robo por 24 horas. La familia de Lucas presentó el pedido de juicio político contra le juez Alejandro Cilleruelo, quien ordenó las detenciones.
La policía quedó envuelta en la maniobra de la Policía de la Ciudad para ocultar el crimen de Lucas, pero por el momento eligió no declarar ante el nuevo juez de la causa Martín del Viso y fugarse. Ayer domingo, fueron detenidos por el encumbrimiento el comisario Juan Romero y el subcomisario Roberto Inca, a cargo de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 4; y el comisario Fabián Du Santos, el principal Héctor Cuevas y la oficial Micaela Fariña, todos efectivos de la Comisaría Vecinal 4D de la Policía de la Ciudad. Se espera que sean indagados este lunes.
Llorando junto a su abogado, la policía relató ser oriunda de Corrientes y haber llegado a la Ciudad de Buenos Aireshace tres años para ayudar a su familia. «A partir del 17 de noviembre nada volvió a ser lo mismo. Se siente el odio de la gente… por tres personas que hicieron algo mal. No todos son iguales, no todos hacemos lo mismo», consideró Miño sin adelantar si se presentará ante el juez Del Viso para ratificar sus dichos o aportar más información.