Los medios nacionales más concentrados del país difundieron este martes un gráfico que exhibía que los salarios mineros eran los más altos en el país dentro del sector privado.
La provincia de Chubut ha sido tajante en cuanto a la minería: no la quiere, aun sabiendo que podría llegar a generar algún tipo de “inversión” que, por supuesto, terminará siendo un negocio para pocos.
La información difundida por los medios nacionales cercanos al macrismo fue rápidamente replicada con aplausos por medios locales que esperan con los brazos abiertos el poder económico que puede llegar a traer la minería y los beneficios que por ósmosis esperan tener.
El percutor mediático de la minería como oportunidad única y cercana para salir de la crisis económica es una de las mayores falacias de este tiempo. La minería genera empleo en una plazo breve y prácticamente la mayor parte de su producción se convierte en dólares que se fugan de la provincia. Y cientos de millones.
El rechazo emblemático de Chubut
Pero más allá de esto, el no rotundo de la sociedad chubutense no tiene que ver exclusivamente con la cuestión ambiental sino también con la desconfianza que generan los sistemas de control, vulnerables a la coima y a los negociados.
Más allá de la fuerza mediática para vender a la minería como el paraíso indispensable que permitirá salir de la crisis, la sociedad chubutense sabe perfectamente que no la quiere y que es un negocio para pocos. Lo sabe. Ya lo hizo saber y resistirá los nuevos embates si es necesario. La pregunta es ¿cuánto está dispuesto a perder el poder político para facilitar el negocio minero?