Por Daniela Catena*.

Salimos desde Puerto Madryn al mediodía para llegar con tiempo a Rawson, ya que teníamos que encontrar el lugar a donde nos habían asignado las paritarias docentes. El gobierno eligió un nuevo escenario, esta vez sería el Hotel Deportivo, en una zona más descampada de la ciudad y alejada del Ministerio de Trabajo o de Educación, lugares bastante sensatos para esta práctica democrática (¡) de paritarias.

Para las 14 ya éramos unas 300 personas afuera del hotel, listas para acompañar a nuestros representantes, léase nuestros sindicalistas. Mientras nos íbamos quedando sin sol, sin batería en nuestros teléfonos y pensando dónde podríamos comer y pasar la noche, se fue improvisando un nuevo fogón.

Del otro lado de la reja del hotel, en la cual pusieron una cadena cerrada con candado bastante visible, nos acompañaban policías y la infantería. Y acá hay muchas preguntas casi inocentes: ¿por qué ese lugar para la reunión? ¿por qué el candado? ¿por qué la infantería? ¿por qué Arcioni sigue ausente?

La noche fue transcurriendo y los mensajes e imágenes pasando de adentro hacia afuera. Nos enteramos de que el gobierno se sentó a cenar, que infantería se fue a dormir a las habitaciones del hotel, que nuestros sindicalistas dejaron todo ahí adentro para respetar los mandatos de las bases, que no hay voluntad política (lo único realmente necesario acá para acordar) por parte del gobernador y hacia abajo.

El jueves estuvimos desde el mediodía hasta las 8 de la mañana del viernes. El martes anterior había quedado mandatado desde las bases que sin una oferta de al menos de 1500 al básico (17,8%) y la certeza del no descuento de los días de paro, no había posibilidad de llegar a un acuerdo.

El gobierno se sentó a ‘dialogar’ proponiendo escasos 1000 y sin poder contestar nada sobre el no descuento de los días de paro, o sea, nada. Con las horas, y luego de cuarto intermedio, se ofreció 1200 al básico. Nuestros representantes gremiales, según lo acordado con las bases, se quedaron en el hotel deportivo esperando que los funcionarios respetaran lo solicitado, que claramente está por debajo de algo justo y digno.

Finalmente, no sólo no hubo oferta nueva sino que los funcionarios abandonaron el recinto a escondidas a las 8 de la mañana del viernes, mostrando una vez más que no tienen voluntad política para llegar a un acuerdo, ni intenciones de respetar las leyes o los derechos de trabajadoras y trabajadores de la educación.

El martes, antes de la represión increíble sufrida por los docentes, se realizó una acción: nos acostamos afuera de la carpa de la MUS y nos tapamos con muchas frazadas y carteles que pedían ‘despertate Arcioni’. Ocupamos toda la calle y el sol estaba tibio, con un charango en la mano, Santiago Goodman nos empezó a cantar una canción:

 

..como te cuento que mi vocación

no se agacha a tu linda meritocracia,

que divide para reinar.

No somos la grasa que te sobra

somos la clase obrera

esa que te hace pensar

y si mi pelea te molesta

es porque te evidencia

donde querés recortar..

 

Mientras la ministra de Educación Graciela Cigudosa se escapaba en una camioneta con fuerzas de Seguridad, una vez más la democracia ganó en la calle: Santiago Goodman, Gerardo Carranza, Carolina Rubia y Marcela Capón son nuestro orgullo porque defienden nuestros intereses sin apartarse de los ideales y los derechos, con empatía y justicia social. Nos vemos hoy, martes 2 de julio, en el paro nacional.

 

*Docente y escritora.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *