La arremetida del macrismo para la megaminería solamente dejaría en Chubut un 3% de regalías y un festival de promesas laborales contradictorias que parecen no ser argumentos suficientes para abrirle las puertas en la Meseta Central.
La minería nunca fue una gran generadora de beneficios para las provincias mineras. Por si eso fuera poco, desde la llegada de la actual gestión de Mauricio Macri los tributos a los Estados provinciales quedaron encorsetados en la unificación que estipuló el Acuerdo Federal Minero (AFM).
Las regalías mineras tienen un tope del 3% y solo se puede cobrar un 1,5% extra para el financiamiento y desarrollo de obras de control ambiental y de aguas del denominado Fondo Provincial de Infraestructura.
Las promesas gubernamentales y empresarias ponen el acento en la generación de fuentes de trabajo. La posibilidad de crear empleo con la minería en Chubut se transformó en un obsceno revoleo de cifras que fueron creciendo en la medida que se incrementó la embestida macrista.
En febrero del año pasado se mencionaba que en la etapa de construcción del Proyecto Navidad se generarían entre 3.500 y 5.000 puestos de trabajo, pero ahora la cantidad se infló a 9.000 según el informe de Diego Genoud en el portal Letra P, tras afirmaciones que recolectó entre representantes del Gobierno nacional y la compañía.
En tanto que los empleos directos para la explotación de los yacimientos de plata chubutenses habían sido estimados en 2.500, pero la hinchazón de la actualidad los elevó a 3.500.
Números inflados
Con todos los números inflados, vale recordar las afirmaciones del economista y gerente de Análisis Económicos de la consultora Abeceb, Mariano Lamothe, quien aseguró a El Patagónico en abril de 2015 que el Proyecto Navidad «generaría 1.800 puestos de trabajo entre directos e indirectos».
En junio de 2016, el presidente de la Cámara de Proveedores Mineros de Chubut (Gerardo Cladera) afirmó a Diario de Madryn que «luego de su etapa de construcción, donde va a tener entre 3.500 a 5.000 empleados durante dos años y medio, en la explotación va a tener entre 1.000 y 1.500 empleados».
Cuanto más se recorren los anuncios hacia atrás, las cifras se encogen; aunque en la actualidad se asegura que para el proceso de producción del Proyecto Navidad se generarán 3.500 puestos de trabajo «estables»; dicha cantidad resulta excesivamente abultada si se considera que a mediados de 2017 en todo el país había tan solo 10.100 obreros en el sector de la explotación de la minería metalífera.
Por ejemplo la provincia de Santa Cruz contaba en el segundo trimestre del año pasado con 4.600 obreros mineros, y en dicha provincia se encuentran en funcionamiento 5 emprendimientos extractivos.
El espejo de Santa Cruz
Con las explotaciones mineras de Cerro Vanguardia, Manantial Espejo, Mina Marta, San José Huevos Verdes y Cap Oeste, Santa Cruz no alcanza a totalizar 5 mil puestos de trabajo directos y entre 10 y 12 mil en forma indirecta contabilizando contratistas y empresas de servicios; por lo que es de suponer que solamente el Proyecto Navidad implicará muchos menos puestos de trabajo directos que los prometidos desde Nación y el sector empresario.
Pablo Quintana publicó en El Extremo Sur en febrero del año pasado que “la minería de gran escala se caracteriza por ser una de las actividades económicas más capital-intensivas (emplea más capital que otros factores de producción). Cada 1 millón de dólares invertido, se crean apenas entre 0,5 y 2 empleos directos. Cuanto más capital-intensiva es una actividad, menos empleo se genera, y menor es la participación del salario de los trabajadores en el valor agregado total que ellos produjeron con su trabajo: la mayor parte es ganancia del capital”, haciendo referencia al libro “15 Mitos y Realidades de la Minería Trasnacional en la Argentina”.
Es decir que según la aseveración mencionada, frente a una inversión de 1.000 millones de dólares proyectada por Pan American Silver en Chubut, la generación de empleo podría rondar en el mejor de los casos en 500 puestos de trabajo directos.