Por Cami Díaz

El 27 de julio pasado, Zulma Lobato fue víctima de un violento robo en las calles Vélez Sarsfield y Baigorria de Vicente López. Los delincuentes la atacaron, le dejaron el cuerpo destrozado y le robaron una gran cantidad de dinero. Después del hecho, intervino la policía y fue trasladada de urgencia en una ambulancia del SAME al hospital de la localidad.

Los ladrones la golpearon y lastimaron al punto de dejarla prácticamente desfigurada. Algunos detalles fueron aportados, horas más tarde, por Lautaro Reyes, amigo íntimo y exrepresentante de la mediática. El lunes por la madrugada publicó en su cuenta oficial de Twitter: «Molieron a palos a Zulma Lobato. Le partieron la cabeza y los delincuentes le robaron sus pertenencias y $15.000 de su pensión. ¡¡¡Basta de lastimar y robar a los gerontes!!!».

En el transcurso del mismo día, el amigo de Zulma compartió en esa red social algunas imágenes de ella golpeada y ensangrentada en la calle, antes de ser atendida por una persona profesional. «Indignado. Así dejaron a Zulma Lobato. Hijos de re mil putas. Encima de robarla, la lastiman y la dejan casi desnuda. Zulma no jode a nadie, vive en su mundo. ¿Por qué tanta maldad? ¡¡¡Basta de aprovecharse de la vulnerabilidad de los grandes, mierdas!!!», expresó en su cuenta.

En tanto, Zulma relató que el hecho ocurrió cuando estaba yendo a comprar a la proveeduría y la agarraron de atrás repentinamente, sin que ella pudiera defenderse. Le pidieron que les entregara sus dólares, pensando que por ser una persona famosa tenía mucha plata. Como no tenía, les dio dos mil pesos solamente, lo cual en principio no coincide con el relato de su amigo Lautaro.

A pesar de haberles entregado todo el dinero que tenía, le pegaron patadas hasta dejarla tirada en el piso y con el cuerpo desfigurado. El ataque duró unos veinte minutos y de no haber llegado la policía, es posible que terminaran matándola. Además, cree que alguien pudo haberla entregado y que algún delincuente de la zona puede haberla marcado antes, ya que los ladrones sabían que ella tenía en su bolso el dinero de la pensión.

Zulma vive tan solo con el dinero justo para pagar el mes de una pensión y la ayuda de sus vecinos y gente conocida, pero necesita trabajar. Desde que empezó la pandemia, su situación económica se agudizó, ya que no puede obtener ni siquiera lo poco que tenía antes. Además, esta situación se ve afectada por la ridiculización que hicieron los medios de ella y el actual abandono, cuando ya no les sirve más mediáticamente.

Como si esto no fuera suficiente, mucha gente la llama para realizar eventos privados que resultan ser falsos. Cuando ella logra llegar a la dirección que le envían, se encuentra con que el domicilio es falso. No solo se juega con la necesidad económica y emocional en ese acto, sino que además le hacen gastar lo poco que tiene en colectivos. Sin mencionar, la ilusión que le generan cuando le prometen un buen sueldo y después todo queda en la nada. 

Esta no es la primera vez que Zulma es víctima este sistema injusto que violenta constantemente a las identidades trans y travestis, particularmente a las feminidades. El pasado 27 de marzo también sufrió el robo de su celular, tarjetas de débito, crédito y DNI, mientras estaba yendo al supermercado a comprar comida.

Generalmente es su amigo Lautaro quien le provee dinero y también quien la ayuda a administrarlo, ya que por su estado de salud mental muchas veces no puede hacerse cargo y la terminan estafando. Algunos períodos depresivos la llevaron a dejar de atender el teléfono a la gente que quería ayudarla y, después del robo el 27 de marzo, a instalarse en la calle con un cartel con su número de celular que decía: «Para contratar a Zulma Lobato en boliches, casamientos, despedida de solteros y todo tipo de eventos».

La Asociación Civil Mariposas Libres, que apoya a la comunidad trans en todo el país, buscó recaudar fondos para ayudarla, junto a algunos famosos como Martín Cirio, Vanesa Strauch y el abogado Mauricio D’alessandro, entre otres. A pesar de querer colaborar resulta imposible realizar depósitos, porque su frágil estado de salud hace que termine siendo víctima de robos. Quien sigue intentando contenerla en ese estado, más allá de todo pronóstico, es Vanesa Strauch.

Zulma Lobato no es simplemente una persona que ha sido víctima de numerosas situaciones de violencia y abandono. No es mala suerte, ni casualidad. Zulma es la imagen que representa a toda una generación de travestís. Es todo lo que representa, es todas las otras Zulmas. La representación del colectivo trans ridiculizado en los medios hasta que ya no sirve más para su consumo personal. Es la violencia machista y heteronormativa que castiga a aquellos cuerpos que han salido de la norma. Cuando castiga a esos cuerpos lo que hace es dar una lección y un ejemplo para el resto de la sociedad de lo que puede pasarles si se salen de la norma. Correcciona y ejemplifica.

Históricamente, el lugar donde el patriarcado y el transodio ponen a gran parte de la población trans permite ridiculizarles y da lugar a la mediatización de los cuerpos travestis y trans. Al ridiculizar a esas identidades, lo que hace también es deshumanizarlas. Construyen constantemente discursos de odios, en los que se expresa claramente que las vidas de elles valen menos que otras.

La situación de Zulma Lobato dejó a la vista las enormes desigualdades que atraviesa a toda la comunidad trans. Por un lado, son expulsades de todas las instituciones, empezando por la familia que les deja en la calle y les abandona a su suerte. A pesar de que desde distintas organizaciones, como el bachillerato Mocha Celis, se crearon redes para contener al colectivo travesti y trans, resulta imposible poder abordar todo ese entramado complejo prácticamente en soledad.

Muches de elles no llegaron ni siquiera a terminar la escuela, lo que les obliga a encontrar como único medio de trabajo la prostitución. Todo eso desemboca en una realidad en la que el 90% de las personas trans no tienen acceso a un trabajo formal y casi el 80% vive de la prostitución o del trabajo sexual. Y su vez, generalmente esto desemboca en la muerte de muches de elles, por falta de contención, acceso a la salud y presencia amorosa.

Fuente: Escritura Feminista

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