Por Julieta Iriarte

El 29 de agosto fue el Día Internacional del Gamer, una fecha creada por la industria de videojuegos que busca darle mayor visibilidad a este sector. Sin dudas, la pandemia de COVID-19 hizo que los eSports y los videojuegos estuvieran más presentes en la vida de las personas.

Si de números se trata, el uso de videojuegos —con 2800 millones de jugadores en el mundo— aumentó un 30%, según el estudio Mobility Report 2020 de Ericsson. En Argentina, la mitad de los menores de 24 años y 4 de cada 10 personas de entre 25 y 49 años son gamers.

A pesar de la idea de que la mayoría de los jugadores son hombres y la construcción del estereotipo que afirma que las mujeres no pertenecen al mundo gamer, existe un gran porcentaje de mujeres dedicadas a jugar, strimear (del inglés stream, transmitir en línea mientras se juega) o ser audiencia de videojuegos: según la Asociación de Software de Entretenimiento, el 45% de les jugadores en EE. UU. son mujeres. Por otro lado, el estudio Descubriendo los eSports en España de WINK TTD asegura que en ese país representan al 43% del total, un 19,3% más que en 2017.

Bionda es cosplayer, streamer y, según ella, una gamer fuera de tiempo «porque mis papás no me permitían ver más de una hora de TV ni estar más de una hora en la PC, y tampoco tenía ninguna consola de juegos. Solo tenía una consola de segunda línea que venía con un solo juego».

«El primer juego que jugué mucho fue el Crash Bandicoot cuando iba a la casa de una amiga que tenía la Play Station 1. En la adolescencia ya pude probar más juegos: enfrenté también un poco a mis padres y pude lograr más horas en la PC y ahí fue cuando descubrí League of Leyends. Me puse las pilas para jugarlo, rankeé, realmente fue el primer juego que me tomé más en serio y el que me empezó a introducir en el mundo del cosplay y los videojuegos».

Ella no solamente juega por hobby sino que encontró en el gaming y el streaming un trabajo. «Strimeo todos los días y está bueno compartir con la gente videojuegos con historia, que me dejen algo más que entretenimiento, que me dejen una reflexión. Ese es mi camino en el gaming y un poco lo que hago hoy».

Más allá de que los números sean elevados y signifiquen una pequeña conquista dentro de un universo muy masculino, ser mujer gamer es una lucha diaria como las que se dan en otros espacios, en los que hay que hacerse valer constantemente para hacerse respetar y poder permanecer.

«De a poco se está logrando y se va a ir sacando el estigma de que el género tiene que ver con la capacidad de jugar pero eso también hay que cambiarlo en la sociedad. Es muy difícil meterse en un juego online con chat de voz porque, la mayoría de las veces, te cruzás con personas que, cuando escuchan tu tono de voz, automáticamente te cancelan, no toman en cuenta tus decisiones, tus consejos, y piensan que tu presencia va a arruinar el juego porque no sabes jugar».

EL ROL DE LAS EMPRESAS

Las empresas creadoras de videojuegos y productos electrónicos recién ahora están comenzando a dar pequeños pasos respecto de la inclusión de personajes femeninas en los juegos y en la venta de productos de tamaños adaptables a distintos cuerpos. «Nunca vi un FIFA femenino, por ejemplo; juegos de deportes femeninos hay muy pocos. Grandes equipos de eSports, que marcan a la gente, no tienen equipos mixtos o ni siquiera tienen equipos femeninos», explica la streamer.

Según Bionda, la inclusión no es una mera cuestión de todes les que se involucran en el mundo gamer sino que: «Como sociedad tenemos que cambiar y exigirle a las empresas que integren personajes femeninos fuertes, que los hay pero son los menos. Exigirles también que elijan grupos de eSports mixtos donde se note que el género no tiene nada que ver, que cualquier persona tiene la misma dedicación por el deporte electrónico y que lo pueden llevar adelante como una profesión».

Al ser una industria que mueve millones de dólares en todo el mundo —según Newzoo Global Games Market Report 2020, se recaudarán unos 159 mil millones de dólares en 2020—, las empresas van detrás de lo que les genera dinero. «Si la manera de hacer dinero es apuntar a los gamers masculinos es porque todavía el mundo del gaming es machista. Vivimos en un mundo capitalista donde, si la empresa no vende cierto producto, no se va a gastar en producirlo y si el producto se vende o no depende de si la sociedad lo acepta. Si todavía los eSports y juegos no son para nada inclusivos es porque la sociedad no los acepta como tales», manifiesta Bionda.

SER MUJER STREAMER

Una de las actividades que visibilizó la pandemia fue el streaming, que resulta ser un encuentro virtual (y versátil) entre muchas personas donde le streamer se muestra jugando un juego, explicándolo, mostrando videos de YouTube, entre otras acciones. La plataforma Twitch es una de las más utilizadas.

Bionda hace streamings variados todos los días. «Puedo estar concentrada o debatiendo sobre un juego, podemos estar teniendo un consultorio con gente que necesita un espacio para poder charlar o puedo estar hablando de mis cosplays», cuenta. Lo que también le pasa todos los días es tener que lidiar con hombres que la acosan, le dan su opinión sobre su aspecto y piensan que ella está ahí para «levantarse a alguien». Hace pocos días, vivió una situación que la hizo sentirse muy mal y la llevó a reflexionar al respecto:

«Entró una persona que no paraba de acosarme y molestarme. Mis moderadores me ayudaron a bannearlo y sacarlo del chat pero otra persona comentó: “A Bionda no podés hablarle así, a Bionda te la tenes que ir ganando de a poquito, tenés que ir trabajándotela, si le vas de frente te va a bannear”. Realmente me hizo muy mal y les dije que tenían que reflexionar e irse del stream si creían que yo estaba ahí para satisfacerlos en cualquier aspecto sexual. Se tienen que replantear qué están haciendo en Twitch, hablándole de esa manera a la gente».

La brecha de género en el streaming es muy grande debido a la creencia naturalizada de que ese es un ámbito exclusivo de varones y que la mujer no puede ni debe pertenecer. «A los streamers varones se los toma en serio, la gente reacciona de manera positiva en el chat. Pero cuando yo hablo de las cosas malas que me pasan, de las cosas que no se tienen que hacer, me toman de loca, exagerada, que me vino. Ese es el gran obstáculo que tenemos las mujeres para strimear. Somos cosificadas constantemente y no nos toman en serio. Y no es una cosa exclusiva del streaming, sino que es una falla cultural que se extiende y llega a Twitch», expresa Bionda.

HACIA DÓNDE SE DIRIGE EL GAMING

La creciente participación de mujeres y diversidades en el universo de los eSports y videojuegos abrió un camino que, poco a poco, va ganando terreno y poniendo en la mesa la discusión de hacer del gaming un lugar inclusivo y empático para poder llegar, en algún momento, a lograr que el género no sea una condición excluyente para jugar.

«Yo como streamer, cosplayer y gamer femenina hago mi mejor esfuerzo por tratar de integrar y educar a mi público en que no me tienen que tratar como una cosa. Una tiene que ser el ejemplo y, si pasan cosas negativas, hablarlo, porque no solo me ayuda a mi sino que, capaz, puedo ayudar a una persona del otro lado a que se levante y exija que la traten bien y se la respete. Es muy importante de parte de todas las influencers, jugadoras y figuras femeninas del mundo del gaming que se paren y exijan que sea un mundo más igualitario, empático y equitativo».

Fuente: Escritura Feminista

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