Por Karen Cuesta

Desde su nacimiento, se concibió al futbol como un deporte machista y se lo asoció a los hombres. Sin embargo, desde hace algunos años la situación ha cambiado y tanto hinchas mujeres como no binaries se han unido para generar sus espacios dentro del deporte: han conformado organizaciones feministas y espacios de géneros que han impulsado políticas para que los deportes sean más igualitarios.

Desde hace años (podría tomarse como punto de partida el Ni Una Menos en junio de 2015), las demandas históricas del feminismo se han convertido en problemas públicos, adquiriendo legitimidad, masividad y transversalidad en otros actores de la sociedad. Estas demandas llegaron al fútbol y al mundo del deporte, impactando en la cotidianeidad de todos los clubes.

Las mujeres y disidencias se han organizado, primero dentro de cada club y luego entre todos los clubes mediante la Coordinadora Sin Fronteras de Fútbol Feminista, para diseñar estrategias colectivas que instalen la agenda de género en las instituciones deportivas. Florencia, integrante de la agrupación Feminismo Xeneize, afirma que la perspectiva de género «es necesaria en tanto mirada y acción crítica. Pero aun más importante es que esa mirada y acción crítica de los feminismo siempre es colectiva».

Según Bárbara, integrante del movimiento River Feminista, el feminismo y la perspectiva de género son importantes dentro del deporte en general porque históricamente las mujeres fueron marginadas y estuvieron en desventaja en todo lo que fue el deporte en comparación con sus pares varones, de los cuales nunca se dudó la legitimidad de su participación. En contraposición, a las mujeres y otras identidades se las cuestionaba, eran vistas como algo masculino o no se las tomaba en serio.

En la misma línea, Bárbara cuenta que antes las mujeres recién «agarraban una pelota en serio a los 11 o 12 años», perdiendo toda la etapa de la primera infancia donde más se desarrolla la coordinación. Así, el varón sacaba ventaja a la mujer. «Los niños varones tenían un desarrollo motriz de su cuerpo mucho mayor porque podían practicar el deporte desde muy chiquitos. Entonces nos parece muy importante que exista la perspectiva de género y el feminismo en el futbol para que todas y todos y todes tengan igualdad de oportunidades», explica la integrante de River Feminista.

Generar espacios dentro de los clubes

En este sentido, Florencia explica por qué fue fundamental la entrada de los feminismo en los clubes:

«Instaló las condiciones de posibilidad para el encuentro entre hinchas y promovió que en esas redes se advierta que las violencias, invisibilizaciones y desigualdades padecidas no eran situaciones aisladas ni individuales ni esporádicas, sino que nos pasaban a todas».

Tanto Florencia como Bárbara aseguran que gracias al avance del movimiento feminista en Argentina, su llegada a la agenda pública y las políticas de Estado, es notorio el vencimiento de muchas resistencias a la hora de pensar las instituciones en general, y los clubes en particular, desde una perspectiva de género.

Sin embargo, Florencia cuenta que los logros «conviven con otros sectores o posiciones más reticentes».

«Pueden llegar a pensar que nosotras queremos cambiarles todo y la realidad es que no queremos cambiar nada más que lo que sea injusto o que promueva violencia».

Bárbara (River Feminista).

En el mismo sentido, desarrolla que el futbol siempre fue un ámbito donde se perpetuó el machismo: «La forma de insultarse es decirse “puto” o ganarle al rival es cogérselo. Por eso nos parece tan importante desarrollar una perspectiva de género que permita eliminar esas señales de machismo y que permita que sea un espacio abierto para todes».

Bárbara, a su vez, cuenta con entusiasmo que muchas hinchas y socias se les acercaron y piensan seguir creciendo como movimiento: «Estamos implementando un plan de federación y a través de él se están abriendo más sedes de River Feminista. La idea es llegar a todos los rincones posibles del país». Florencia, por su parte, cuenta que Feminismo Xeneize es un espacio «conformado por bosteras de todo el país que participan de diferentes agrupaciones, filiales y peñas, pensando qué Boca queremos en clave popular y de género».

«Donde hay una hincha de River feminista, que esté River Feminista».

Para hinchas feministas, medidas feministas

River Feminista es un movimiento y no una agrupación del club. «Somos un movimiento amplio y diverso que nuclea hinchas y socias con la idea de llevar adelante un club con perspectiva de género, más igualitario, y libre de violencias», argumenta Bárbara. Además explica que aunque el movimiento no está dentro del club sí lo sigue muy de cerca y acompaña diferentes actividades que realiza.

Desde River Feminista están reclamando que el equipo de primera división femenino pueda jugar sus partidos de local en el estadio Monumental, dado que representa a River en la primera división y es uno de los pocos equipos que nunca jugó en su estadio. «Hace varios años que River se desempeña en futbol femenino, participó en varias oportunidades en la Copa Libertadores, ganó torneos. Entonces, como hinchas y socias del club queremos que el equipo de primera división femenino pueda jugar en el monumental», expone Bárbara.

Por su parte, Feminismo Xeneize articula con el Departamento de Inclusión e Igualdad y hace un año prepararon una propuesta de protocolo de prevención y acción institucional ante situaciones de violencia de género. La iniciativa surgió a raíz de una convocatoria abierta a las socias de Boca y a partir de esas contribuciones se elaboró el protocolo, que desde hace semanas está aprobado y vigente en el Club.

En cuanto a las medidas y políticas impulsadas, desde River Feminista trabajan en el cupo femenino, «que si bien fue impulsado por la comisión de mujeres del club, nosotras también tuvimos injerencia». Además, participaron en el protocolo contra la violencia de género: «Lo escribimos algunas miembras del movimiento junto con Florencia Speron, que es la persona que está encargada de género en River». También expresan que creen que falta paridad de género en los espacios de poder del club y en los espacios de toma de decisiones.

El feminismo movilizó una fuerte interrogación de todas las instituciones, sus prácticas y sus discursos patriarcales naturalizados, y el fútbol no quedó por fuera. De ahí que la perspectiva de género se vuelva primordial para la transformación de los clubes que históricamente han sido exclusivos de algunas masculinidades y excluyentes para les demás. Las integrantes de diversos movimientos aseguran que la transversalidad de la perspectiva de género en cada sector los puede transformar en clubes para todes.

Fuente: Escritura Feminista

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