La iniciativa, acompañada por la Secretaría de Salud, tuvo lugar esta semana en la Casa del Niño, donde menores de 6 a 16 años que permanecen en la institución llevaron adelante la propuesta con el acompañamiento de docentes y profesionales. El diseño fue elegido, dibujado y pintado por ellos mismos.
La propuesta en la modalidad de taller de arteterapia, se enmarcó dentro del trabajo que desarrolla permanentemente personal profesional de la Secretaría de Salud, que tiene como objetivo ayudar a mantener adecuados procesos cognitivos de atención, concentración y memoria, con el objetivo de que no sean obstaculizados por procesos emocionales negativos.
El secretario de Salud, Carlos Catalá, acompañó la actividad de creación del mural junto a la subsecretaria Gabriela Simunovic, y sostuvo que «lo que se busca desde el Municipio es acompañar a la institución en la importante labor de contención que ejecuta diariamente».
“Por una parte, se trata de una tarea que venimos realizando hace mucho tiempo y que consiste en brindarles a los niños un seguimiento médico y psicológico con el único fin de ayudarlos a transitar su estadía por la Casa; mientras que por otro lado, desde el Estado Municipal a través de Salud, le brindamos respuestas al Ministerio Público Fiscal”, expuso.
Bajo la consigna: ¿Qué sentimientos y emociones vivencio desde que estoy en la casa del niño?, el grupo constituido por 8 integrantes entre niñas y niños de diferentes edades, externalizaron sus vivencias. En alusión a lo trabajado, la licenciada Lariza Lazet, sostuvo que “fue una experiencia muy positiva, ya que dentro de los conceptos elegidos por los niños estuvieron sentimientos como tranquilidad, amor y familia”.
La actividad estuvo dividida en tres etapas, inicialmente el acercamiento al artista Milo Lockett; luego continuaron con el dibujo individual de diferentes obras del pintor autodidacta argentino, para culminar con la concreción de un mural en la parte interior de la institución, que estuvo caracterizado por los colores, los mensajes, la impronta que le supieron dar los niños desde su motivación y, por supuesto, por el aporte de los más pequeños que dejaron sus manos marcadas en el mural.