Las bases están furiosas luego de que ATECh, el sindicato docente más importante de la provincia, acordara con el gobierno a espaldas de sus representados. Luego de 14 semanas sin clases, el reclamo por el cumplimiento de las paritarias firmadas aún no tuvo cumplimiento por parte del gobierno ni tampoco se avizora solución a un conflicto que trasciende lo salarial.
En las asambleas, la palabra “traición” es la que más circula entre las bases docentes, enojadas con sus representantes que hicieron su negocio político entregando un reclamo docente plagado de sacrificios durante todo este tiempo.
Fue tal el escándalo de la transa sindical que SADOP –que congrega a docentes privados–
anunció un paro para jueves y viernes de este semana con el objetivo de diferenciarse de sus pares de ATECh.
El gobierno insiste en que ya está abonada la “totalidad” de los sueldos y que el único inconveniente es el pago escalonado. Este discurso, acompañado por el guiño de medios amigos, se aprovecha de algunos “detalles” que la opinión pública desconoce y que el gobierno se encarga de ocultar.
¿Totalidad de los sueldos? Ni cerca
Sin mencionar la destrucción del salario que sufrió el personal docente en los últimos años, la provincia se comprometió a pagar una cláusula gatillo trimestral. En julio debió pagar casi un 10% de aumento, algo que todavía no hizo y que está vinculado al índice de inflación.
El próximo mes, y en concordancia con lo firmado en paritarias, se comprometió a pagar el nuevo porcentaje trimestral que ascendería al 12%, según estimaciones de la inflación en la Patagonia.
Si sumamos esos porcentajes en los meses que pasaron se estima que el Estado adeuda casi medio sueldo a cada uno de los docentes, por lo que esa “totalidad abonada” de la cual el ministro Massoni habla es absolutamente falsa.
Lo paradójico es que es el propio gobierno es el que está incumpliendo con lo que se comprometió a pagar y exige a los docentes que cumplan sin atender su propio incumplimiento.
A todo esto, debe sumarse que las negociaciones por paritarias constituyen un tema que no aparece en agenda. Todo hace sospechar que pasadas las elecciones no solo estará en duda la continuidad del pago de salarios sino que se espera –como ya lo Arcioni hizo el año pasado– que se anuncie una “paritaria cero”.
No es solo una cuestión salarial
Además del problema salarial, pocas veces sincerado por los voceros del gobernador e incluso por el propio Arcioni, aparece el gravísimo déficit edilicio que están sufriendo muchas escuelas de la provincia. Se suman baños en pésimas condiciones, instalaciones de gas deficientes, techos al borde del colapso, recursos materiales que no se pueden usar, problemas cloacales, por enumerar las más importantes.
También está el problema de SEROS, que descuenta a cada uno de los empleados del estado y que estuvo gran parte del año cortado y cobrando “seguros” de pago estrafalarios como si se tratara de consultas y estudios privados.
SEROS siempre cobró su alícuota sin prestar los servicios, lo que llama la atención de que nadie haya actuado de oficio en un asunto muy parecido a la estafa.
Arreglos a costa de los trabajadores
La estrategia de cambiar la modalidad de la protesta es algo que ATECh acordó con el gobierno haciendo oídos sordos a lo que las bases docentes vienen reclamando. Pasar del paro a la retención de servicios es una estrategia para menguar la fuerza del reclamo.
El argumento utilizado por ATECh para “ceder” fue una propuesta que no tiene nada nuevo y ni siquiera cumple con lo que el propio gobierno se comprometió cuando firmó las paritarias.
Arcioni tiene un poco de aire prestado por Alberto Fernández cuando intercedió mediante Waldo de Pedro para desestimar el juicio político que los diputados opositores ya tenían cocinado. Nadie quiere problemas antes de las elecciones, aunque el resultado de las presidenciales difícilmente cambie. En el medio, los docentes sufren las inconsistencias de una clase política que parece dispuesta a dejar la educación como tierra arrasada.