En la noche del martes, el célebre quincho del diario El Chubut de Trelew reunía al gobernador Mariano Arcioni y su súper ministro Sergio Mammarelli con el joven funcionario macrista Ignacio Torres.
El encuentro va en línea con las negociaciones –y presiones– permanentes que ejerce el gobierno nacional sobre Arcioni para ofrecerle recursos vitales para su supervivencia a cambio de “cerrar” cuestiones claves como el avance de la prohibida megaminería –ver artículo sobre la próxima visita de Aranguren– y la controvertida aprobación en Chubut del ajuste brutal denominado “pacto fiscal”.
Con un gabinete despoblado de figuras relevantes y en busca de un ministro de Economía presentable –Oscar Antonena rechazó el convite y la salida de Pablo Oca es un hecho– todo el peso del gobierno recae sobre el gobernador y su máximo –y único– hombre de confianza Mammarelli.
Ninguno de los dos descarta la posibilidad de que exista un futuro para la gestión dentro del macrismo, aunque el dasnevismo duro presentará batalla.
El prestigioso diario de Trelew posee una influencia histórica en el armado del radicalismo provincial, José Sáez (padre) fue una figura destacada en los tiempos de esplendor que abarcó gestiones desde Viglione hasta Lizurume pasando por Maestro –de quien Sáez padre fue mentor y maestro–.
José María Sáez lleva actualmente las riendas del medio histórico –uno de los dos que en la provincia quedan en manos de la familia que los fundó, junto a Crónica de Comodoro Rivadavia– y ha sabido mantener relaciones privilegiadas con todos los mandatarios peronistas desde Das Neves a Buzzi.
Hoy, la disyuntiva del radicalismo provincial pasa por definir si la ansiada vuelta al poder que ve como altamente probable en 2019 pasará o no por la figura de Gustavo Menna. En esa rendija procura colar sus expectativas Arcioni, ya que su reducida mesa chica sostiene que si logra sortear el ahogo económico de estos meses con asistencia macrista puede convertirse en un candidato confiable del propio Presidente.

Nacho

El joven y ambicioso Ignacio Torres responde a órdenes de Rogelio Frigerio, y opera como cabeza de playa del macrismo duro y lobbysta principal en un territorio al que llegó como referente de la Fundación Pensar y funcionario del PAMI.
Torres debió cederle el manejo del Plan Patagonia –por ahora, solo un buen título para el marketing- al comodorense Lew y el primer lugar en la lista de diputados a Menna, pero ahora se enfoca en ser un protagonista central en el armado que pretende quedarse con el poder provincial en 2019.
Como primer paso, debe ofrendarle a Frigerio la “cabeza” de Arcioni, incluyendo la imposición de la megaminería –hoy prohibida por la ley 5001– y la aprobación del pacto fiscal, que hasta ahora respaldaron todas las provincias con excepción de San Luis y Chubut.
En declaraciones recientes, Torres sostuvo que Chubut debería comenzar a trabajar en diversificar la matriz productiva. «No hay que tener un prejuicio con las actividades que son extractivas. Las grandes potencias mundiales empezaron siendo principalmente con actividades extractivas, de manera que hay que empezar a debatir también la minería; me parece que hay que debatirlo seriamente, no a boca de jarro sin contemplar los aspectos más técnicos del tema», dijo.
El funcionario del Ministerio del Interior consideró que «el 2018 va a ser un año clave para definir -si bien ya está armada la agenda de desarrollo con los problemas que hay- cuáles son los potenciales, y hay que ponerse de acuerdo en estas cuestiones». Y así como «nos pusimos de acuerdo en materia de infraestructura para la Meseta Intermedia, hay que ponerse de acuerdo en si se quiere minería o no».

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